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Nada me enloquece más que oír cuando las personas me dicen que soy naturalmente flexible.  Porque no lo soy.  En el 1999, cuando empecé a practicar el yoga, no podía tocarme los dedos de los pies.  No podía hacer la rueda o un parado de cabeza.  Tenía puestos aparatos ortopédicos en mis piernas durante mi infancia porque mis piernas y caderas estaban torcidas.  Me colgué los cuatro años de educación física en la escuela secundaria.  Nunca jugué un deporte, y nunca hice ejercicio.

Así cuando oigo que las personas me dicen que soy naturalmente flexible, yo oigo dos cosas distintas: La primera es que logro cada pose fácilmente, sin ningún esfuerzo.  La segunda es que ellos nunca podrían tener la práctica que yo tengo ahora.  Creo que la segunda es peor.

Actualmente, algunas personas no quieren una práctica avanzada.  Y eso está bien.  Lograr poses lujosas de yoga no le va a cambiar fundamentalmente la vida.  No te hará una mejor persona.  Y ellas tampoco harán que se ilumine.  Pero las asanas son precursoras a la meditación—al fin y al cabo, la disciplina requerida para dominar a su cuerpo es nada comparada con la voluntad y los años de práctica dedicada requeridos para dominar a su mente.  Entonces, si las asanas son parte de su práctica, y usted quiere avanzar, aquí hay cuatro maneras de hacerlo.

Doug Swenson

ENCUENTRE UN BUEN MAESTRO

¡No puedo enfatizar más la importancia de esto!

Yo he visto muchos practicantes de yoga que son jóvenes y flexibles en las redes sociales que reclaman que se enseñaron a sí mismos.  Qué bueno está eso—Yo también empecé a estudiar el yoga con las cintas VHS y con libros.  Pero sin un guía a su lado para ayudarle a desarrollar buenos hábitos, muchas poses siempre estarán fuera de su alcance.  Sin un maestro, usted no podrá saber cuándo está haciendo una pose incorrectamente, o lo más importante, cuando usted esté arriesgando una herida.

Un buen maestro vigila la clase, corrigiendo y ajustando a los estudiantes.  Un buen maestro modifica las poses para los estudiantes dependiendo en su necesidad, y los anima para que hagan todo lo que puedan.  Un buen maestro ayudará a los estudiantes a desarrollar buenos hábitos, y así evitando las heridas comunes por el estrés repetitivo que se encuentran en los yoguis.

Un buen maestro tal vez no puede hacer todas las poses, pero ellos le pueden enseñar cómo hacerlas.

La mejor manera de encontrar el maestro adecuado para usted es yendo a los estudios y a los gimnasios y chequear todos los maestros que tienen.  Esto toma mucho tiempo y es frustrante, y le costará dinero.  ¡Pero vale la pena!

PONGASE INCÓMODO

Una vez, una mujer entró a una clase avanzada que yo estaba enseñando y me dijo con mucho orgullo que ella ha estado practicando las asanas de yoga por más de 25 años.  Yo estaba impresionada y emocionada.  Quería ver cómo se ve una práctica de 25 años.  Cuando la clase llegó a su primera flexión de pie hacia adelante, yo vi que ella se dobló de la cintura y no de las caderas, sus manos flotando en sus rodillas.  A medida que la clase progresaba, yo vi que su frustración empeoraba.  En un punto, ella exclamó fuertemente “¡Pero, no se supone que esté incómodo en el yoga!”

Me quedé asombrada. ¿No se supone que esté incómodo? ¿De veras? Actualmente, asana es puramente físico, pero hasta en la meditación usted tiene que enfrentar lo peor suyo, ¡y eso es mucho más incómodo!

En mi experiencia yo he encontrado que el crecimiento sólo ocurre cuando estamos incómodos.  Cuando estamos cómodos, no nos esforzamos para nada mejor, nos volvemos complacientes.  Es sólo a través de un deseo para cambiar que podemos realizarlo.

Estar incómodo no es lo mismo que el dolor.  Uno trae el cambio, y el otro le trae al hospital.  Si usted siente dolor en un asana o en una clase, deje de hacer lo que está haciendo.  El cambio no requiere ni ambulancia ni cirugía.

Pero la comodidad no le ayuda a avanzar, sólo le obstaculiza.

TOME CLASES DEL NIVEL QUE USTED QUIERE SER

Quedarse en una clase de nivel intermedio no es diferente de quedarse cómodo.  Usted tiene que retarse para crecer.

Ahora, un principiante no debe meterse en una clase de práctica avanzada – ¡eso es peligroso! Ya que usted tenga el entendimiento de las poses básicas, y ha desarrollado un fuerte sentido de su propio cuerpo físico, es tiempo de empezar a explorar sus límites en clases más retadoras.

La mejor manera de aprender de cómo hacer una pose es haciendo esa pose.  A veces eso significa modificar la pose, usando accesorios, o confiando en alguien para que lo ayuden.  ¡Empareje esto con el maestro adecuado que lo guía y usted puede alcanzar sus metas!

HAZ EL TRABAJO

Una práctica de yoga (y eso incluye asana, pranayama, yappa, meditación, puya, etc.) solamente será tan buena como la cantidad de tiempo que usted invierte en ella.  No hay atajos.  No se puede comprar.  Solamente se puede ganar.   Y eso significa invertir el tiempo a esto.

El yoga se llama una práctica.  Practicar se define como “la aplicación actual o el uso de una idea, creencia, o método, al opuesto a las teorías relacionadas con éste.”

Hablar sobre el yoga es divertido—confía en mí, ¡yo lo hago mucho!  Pero, no te proveerá ningún tipo de práctica, avanzada o de otra forma.  La vez más fácil de encontrar el mejoramiento en su práctica es presentarse sobre su mat o almohadilla de meditación a lo más frecuente que pueda, estar presente, y poner todo sus esfuerzos en el trabajo que está haciendo a ese tiempo.

Cuando usted encuentra la disciplina y la dedicación necesaria para su práctica, va a darse cuenta que el avance verdadero sucede en su mente y espíritu, no sólo en su cuerpo.

Traducción de Joel Rivera